Un insólito caso le sucedió a Cathleen Mackenzie, cuando descubrió que los padres de sus bebés no se harían cargo de ellos. A pocas semanas de dar a luz, la mujer tuvo que buscar otras alternativas.
Cathleen ha trabajado alquilando su vientre desde que tiene 17 años y ya ha tenido nueve embarazos. Conoció a una pareja británica por internet llamados Alice y James que le dijeron que llevaban años intentando tener un bebé propio y no habían podido.
Los tres acordaron que usarían un óvulo de Cathleen para fecundar al bebé y los futuros padres se comprometieron a pagar por todos los gastos del proceso. Incluso concretaron que le darían una mensualidad a la madre sustituta para costear las necesidades del embarazo.
Al inicio todo marchó en orden. En la octava semana de la gestación se enteraron de que tendrían gemelos. Según el relato de Cathleen la pareja se encontraba feliz y expresó en varias ocasiones su emoción por tener dos hijos.
En la semana doce, la joven empezó a sospechar que algo no estaba bien luego de que no llegó su cuota mensual. Llamó a los padres para saber qué ocurría y Alice nunca contestó el teléfono. Temiendo lo peor, la mujer siguió insistiendo con James.
Finalmente el papá de los bebés respondió y le dijo a Cathleen que él y su pareja habían terminado. Sin embargo aseguró que se haría cargo de los niños porque tener hijos era su sueño.
La respuesta de James tranquilizó a la joven que continuó tranquila con su embarazo las próximas semanas.
Los tres acordaron que usarían un óvulo de Cathleen para fecundar al bebé y los futuros padres se comprometieron a pagar por todos los gastos del proceso. Incluso concretaron que le darían una mensualidad a la madre sustituta para costear las necesidades del embarazo.
Al inicio todo marchó en orden. En la octava semana de la gestación se enteraron de que tendrían gemelos. Según el relato de Cathleen la pareja se encontraba feliz y expresó en varias ocasiones su emoción por tener dos hijos.
En la semana doce, la joven empezó a sospechar que algo no estaba bien luego de que no llegó su cuota mensual. Llamó a los padres para saber qué ocurría y Alice nunca contestó el teléfono. Temiendo lo peor, la mujer siguió insistiendo con James.
Finalmente el papá de los bebés respondió y le dijo a Cathleen que él y su pareja habían terminado. Sin embargo aseguró que se haría cargo de los niños porque tener hijos era su sueño.
La respuesta de James tranquilizó a la joven que continuó tranquila con su embarazo las próximas semanas.
Con 27 semanas de gestación, a Cathleen ya le quedaba muy poco para tener los gemelos. Fue en ese entonces que una llamada le cambió la vida. James la busco para decirle que se había arrepentido.
El papá explicó que no podría hacerse cargo de los dos niños, lo cual desconcertó a la joven. Tan cerca de dar a luz, ya no sería fácil encontrar otra pareja y ciertamente no tenía los medios para hacerse cargo de dos bebés ella sola.
El papá explicó que no podría hacerse cargo de los dos niños, lo cual desconcertó a la joven. Tan cerca de dar a luz, ya no sería fácil encontrar otra pareja y ciertamente no tenía los medios para hacerse cargo de dos bebés ella sola.
Días después, un amigo de Cathleen la contactó para decirle que había encontrado un matrimonio que estaría dispuesto a hacerse cargo de los recién nacidos. Los gemelos nacieron a las 33 semanas y sus nuevos papás adoptivos estuvieron allí para recibirlos y responder por todo el proceso.
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