Patrick Stuebing fue adoptado de pequeño
y no conoció a su hermana Susan Karolewski hasta cumplir los 22 años.
Después de que su mamá biológica falleció,
comenzaron una relación ilegal en Alemania y han tenido cuatro hijos,
como también han apoyando su causa ante la justicia cada vez que los citan.
Patrick Stuebing, de 44 años, es originario de Leipzig (Alemania) que no ha tenido mucha suerte en su vida. Nació rodeado de una familia pobre con 8 hijos, sin educación y disfuncional en la que su padre era violento con él, mientras que su madre era una desempleada y fumadora.
Luego de que su papá lo atacara con un cuchillo cuando era muy pequeño, Patrick fue puesto bajo una tutela judicial y adoptado por otra familia. Cuando cumplió los 18 años decidió buscar a sus padres biológicos, localizando a su madre y a su hermana Susan cuatro años después.
Ella tenía 15 años y compartieron dormitorio una vez que él se mudó con ellas, hasta que la madre falleció de un infarto. Susan Karolewski no tenía a nadie más salvo a un hermano en situación de discapacidad que partió ese mismo año, por lo que se volvió más dependiente de su hermano recién llegado.
Los dos se llevaron bien y conversaban hasta altas horas de la noche sobre sus sueños y esperanzas, pero sin esperárselo la relación se volvió cada vez más unida hasta niveles insólitos. “La confianza se convirtió en un tipo diferente de amor cuando nuestra madre murió seis meses después”, dijo Susan, según Daily Mail.
Susan y Patrick fueron juzgados por incesto en el 2002, y el padre fue condenado a prisión por un año tras ser declarado culpable, mientras que Susan quedó bajo el cuidado de los servicios para adolescentes. Dos años después de la llegada de Erik, Susan dio a luz a Sarah, quien nació con condiciones muy similares al primogénito, y con el tiempo vinieron Nancy y Sophia.
“Nuestra madre no lo hubiera aprobado, pero los únicos que debemos juzgarnos ahora somos nosotros”, agregó Patrick, según el sitio.
Ellos niegan la idea de que sus hijos nacieron en esas condiciones debido al incesto, y en el 2005 el hombre fue sentenciado a dos años y medio de cárcel por cometerlo nuevamente.
En el 2012 prometieron cambiar las leyes alemanas que declaran las relaciones entre hermanos como ilegales, pero perdieron ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Francia, el cual dictaminó que el país vecino tenía derecho a a prohibir el incesto.
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