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Cosas que odian las mujeres en la cama...

 

 

Directo al plato principal

Las mujeres necesitan las caricias, los besos y el cariño para sentirse más relajadas durante el sexo. Además, son estos juegos los que propician una lubricación natural que hace mucho más sencilla la penetración. La sensualidad es una expresión de deseo que alienta a ir a por mucho más.

 

Algunos chicos se desbordan por la ansiedad que les provoca la intimidad y pasan al coito sin dedicar el tiempo suficiente a los juegos previos con la mujer. En este sentido, hay que recordar que el sexo se hace entre dos, por lo que la estimulación mutua no solo es positiva, sino necesaria.

Sentir dolor

Los vídeos de BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo) en el porno están muy bien, son entretenidos y hay muchas mujeres que quieren eso en la vida real, pero hay otras que no.

"La mujer, en general, no quiere ser golpeada o lastimada durante el sexo", asegura Cox.





Azotes fuertes

Una leve palmada en la parte inferior del trasero puede ser excitante, pero "ser azotado duramente y sin consentimiento hasta el punto de que te duela tanto que no puedas ni sentarte es algo muy diferente".

A los indecisos

¿Hay algo peor que los hombres que no se deciden? No saben si tocar o no, si bajar o subir. Preguntan sobre cada movimiento que están por realizar o dónde colocar sus manos. De esta manera, el sexo se convierte en una solicitud de permisos que acaba con cualquier expectativa de gozar.

 

Para ir a la cama hay que estar dispuestos a dejarse llevar por todos los sentidos y actuar en consecuencia. Si algo no resulta agradable, seguro que le pondrán un freno, pero demostrar que no conocen en nada los gustos de su pareja y, además, no tener ninguna propuesta, es simplemente indignante.

Cada mujer es un mundo

Si bien estas son algunas de las cosas que las chicas odian en la cama, no hay que dar por sentado que a tu pareja no le gusten estas características. Cada mujer tiene sus preferencias y particularidades.

 

Conversa con ella para averiguar qué necesita, qué le incomoda y procura llegar a un acuerdo. La idea es intentar comunicarse y mantener una actitud de buena disposición para así superar las adversidades y volver a disfrutar en la cama en confianza.


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