Los padres sin duda somos capaces de hacer cualquier tipo de
cosas por cuidar y proteger a nuestros hijos, pero ¿Hasta dónde somos capaces
de llegar basándonos en que simplemente los estamos protegiendo?
En más de una oportunidad hemos escuchado o visto que se
llegan a traspasar los límites de lo moralmente bien visto por el simple hecho
de mantener a nuestros pequeños cuidados y protegidos, sobre todo cuando se
llega a la etapa de la adolescencia, etapa esta que viene cargada de una
infinidad de cambios y nuevas experiencias preocupantes para cualquier padre.
Hoy en día gracias a los estudios y la enseñanza de una
crianza respetuosa muchos padres primerizos estamos aprendiendo la manera
correcta de como criar a nuestros hijos, basándonos en la confianza, respeto y
mucha comunicación, sin embargo, aun vemos a muchos progenitores que están
totalmente convencidos de que por el simple hecho de que sus hijos están bajo
su techo deben cumplir y respetar ciertas normas que a todas luces son una
invasión flagrante de su privacidad.
Sin embargo, la privacidad de los hijos es justamente esto, privado. Por lo tanto, es sumamente importante que exista una frontera inquebrantable, pero al parecer esta madre discrepa de todos estos conceptos, ya que Laura Muse, asegura revisar periódicamente los teléfonos móviles de sus hijos, dos adolescentes en pleno crecimiento.
«Los teléfonos los pago yo, así que técnicamente son míos.
Tengo todo el derecho de revisarlos y saber que hacen o con quien hablan,
aunque muchos me critiquen y piensen que es una falta de respeto, yo solo lo
hago para protegerlos».
Laura, es una mujer de 41 años que vive en Carolina del
Norte, Estados Unidos y trabaja en el campo de la salud mental asegura que solo
es una buena madre y que se preocupa por la seguridad de sus retoños. En un
vídeo que compartió en TikTok, confesó que suele confiscar los teléfonos
celulares de sus dos hijos: Cohen y Kylie todas las noches antes de irse a la
cama.
De esta manera lo único que ella busca evitar es que los
jóvenes pasen usando el teléfono hasta altas horas de la noche, impidiendo así
que rindan adecuadamente en sus clases y actividades deportivas diarias por
estar jugando, viendo vídeos o simplemente enviando mensajes con sus amigos. No
obstante, varias de esas noches, utiliza esta misma excusa para ver lo que han
estado haciendo sus hijos con sus dispositivos móviles.
Cabe mencionar que Cohen y Kylie obtuvieron sus teléfonos móviles a los 11 años. Desde entonces, la mujer Ha estado observando lo que hacen periódicamente durante el día, qué es lo que ven, dónde navegan y con quiénes han estado hablando.
Al principio, Laura comenzó a hacer controles semanales sin
previo aviso. Aunque a sus hijos no les agradó nada la idea, no les quedó más
remedio que ceder a las peticiones de su madre, ya que sabían que era el precio
que debían pagar si querían seguir usándolo. Ahora que ya son adolescente, los
chequeos se realizan de manera más esporádica, pero siguen siendo sorpresa.
Como era de esperarse al hacer público el vídeo con estas
declaraciones cientos de internautas comenzaron a dejar sus mensajes en
desaprobación a pesar de que Laura asegura que solo lo hace para protegerlos de
un peligro que pueden ser potencialmente perjudicial para ellos.
«Lo único que demuestra con esto es que no confía para nada
en sus hijos. ¿Que se supone que les está enseñando?». «Yo sufría un ataque al
corazón si mis padres pretendieran hacerme esto todas las noches». «Yo jamás le
revisaría el teléfono a mi hijo, a menos que me de algún motivo para hacerlo,
pero ante todo debe reinar la confianza».
Por supuesto que algunos adolescentes se sintieron ofendidos
por este acto y en solidaridad también decidieron dejarle un mensaje a esta
madre desesperada.
«Borro la mitad de las cosas en mi teléfono cuando mi mamá
lo revisa”. “Sabes, pierdes nuestra confianza cada vez que hacen eso”. Fueron
algunos de los comentarios que se ponían observar.
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