Novia pidió a sus 4 abuelas que fueran las «niñas de las flores» en su boda

 

«Creo que estaban más emocionadas que mis damas de honor» dijo la novia.

Toda pareja sueña con tener una boda perfecta pues, a fin de cuentas, es uno de los días más importantes en su vida. Los preparativos pueden ser estresantes y se tienen que tomar muchas decisiones: la fecha, la hora, el lugar, los invitados, la comida, el vestido, etc., aunque por supuesto, la más importante es decir «acepto».

Esta novia tomó una excelente decisión al hacer que sus abuelas fueran las personas que arrojaran los pétalos de flores en el camino al altar. Tradicionalmente, quien se encarga de esto es una niña pequeña, pero en esta ocasión no fue una niña sino 4 mujeres adultas que hicieron la ceremonia aún más bella.

«SUPE DESDE EL MOMENTO EN QUE ME COMPROMETÍ QUE QUERÍA INVOLUCRAR A MIS ABUELAS. ME SENTÍ TAN BENDECIDA DE TENERLAS TODAS AQUÍ QUE QUISE QUE ELLAS TAMBIÉN SE INVOLUCRARAN», DIJO LYNDSEY RABY, LA NOVIA, PARA EL HUFFPOST.

Lyndsey y Tanner Raby celebraron su boda en Benton, Tennessee, Estados Unidos. Sin duda el día fue muy especial y las tiernas abuelas sorprendieron a todos al caminar lanzando pétalos.

El desfile de «niñas de las flores» estaba conformado por la bisabuela de Lyndsey, Kathleen Brown de 90 años; sus dos abuelas, Wanda Grant y Betty Brown de 76 y 72 años respectivamente; y la abuela de su futuro esposo, Joyce Raby, de 70 años.

Las mujeres llevaban idénticos vestidos color celeste, de encaje y lentejuelas así como una chaqueta que hacía juego. Todas cargaban una pequeña canasta de madera con un moño y un pequeño letrero al frente que decía «Aquí viene la novia». Orgullosas, arrojaron los pétalos en el pasillo por el cual, minutos después habría de caminar Lyndsey.

De acuerdo con la novia, las mujeres quedaron impactadas cuando les pidió ser las «niñas de las flores» en su boda. Por supuesto aceptaron y se emocionaron múchísimo; incluso más que las damas de honor, según Lyndsey.

Sin duda este es un momento que recordarán con mucha alegría, no solo Lyndsey y Tanner por haber sido el día de su boda sino porque también participaron cuatro mujeres importantes en sus vidas, quienes prepararon el camino para que la novia llegara a decir «acepto».